Érase una vez un niño llamado Jordi, era vecino de una casa donde vivía un viejo gruñón, no quería que nadie pisara su césped y el que lo pisara salía y lo golpeaba. Un día se le cayó el balón de baloncesto, trato de salvarlo pero salió el viejo alzó a Jordi, en ese momento al viejo le dio un infarto y murió. Jordi se sintió culpable, miró la casa, como un rayo salió la alfombra de la casa y se trago una bicicleta, Jordi entró a la casa puso dinamita y destruyó la casa.
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1 comentario:
El cuento meparecio mui corto no tenia nudo ni un desenlase estaba mui pobre.
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